viernes, 11 de abril de 2008

Por la Verdad, la Justicia y la Dignidad Humana


La Asociación para el Desarrollo de Pergamino y la Región (A.P.D.P.) celebra jubilosamente la sanción de la ley sobre Trata de Personas.

La A.P.D.P. CELEBRA JUBILOSAMENTE que la Cámara de Diputados haya aprobado y convertido en Ley el proyecto que penaliza la trata de personas para fines de explotación tanto sexual, laboral, extracción de órganos o de sumisión a la servidumbre.

Esta nueva ley, que tipifica como delito federal la trata de personas, establece que existe explotación cuando se redujere o mantuviere a una persona en condición de esclavitud, se obligue a realizar trabajos forzados; se promueva cualquier forma de comercio sexual o se practique extracción ilícita de órganos y establece penas que oscilan entre tres a quince años de prisión llenando un vacío legal existente en la materia.

Celebramos también que con esta ley entre en funcionamiento el Programa Nacional de Prevención y Erradicación de la Trata de Personas y de Asistencia a sus Víctimas, que fue creado por decreto durante la presidencia de Néstor Kirchner.

En Pergamino conocimos de cerca esta problemática el 3 de abril del 2007, cuando salio a la luz el luctuoso episodio de trata de blancas, prostitución infantil y privación de la libertad de mujeres menores y mayores en un cabaret ubicado en el cruce de caminos, llamado “Spartacus”.

Lamentamos profundamente que, a un año vista de tal hecho, todavía no se haya clarificado y por eso oportunamente adherimos al reclamo encabezado por el párroco Juan Domingo Pissoni en la misa celebrada en el aniversario de tan funesto evento.

Cuando en noviembre pasado nos acercamos a Susana Trimarco (mamá de Marita Verón), en el marco de la charla que diera en Pergamino, le expresamos personalmente el apoyo absoluto a su lucha en honor de la verdad, la justicia y la dignidad humana. Esta luchadora corajuda ha logrado, por su accionar, la liberación de un centenar de mujeres y jóvenes que sufrían los horrores de la esclavitud mientras seguía los pasos de su hija.

Hoy mas que nunca exigimos la aparición de todas aquellas mujeres y jóvenes que, como Marita, aún están desaparecidas y enjuiciamiento y castigo a los culpables de estos horrendos delitos.